La historia detrás de cuatro famosos asientos de oficina

Pasan los años y los asientos clásicos siguen estando en medio de la escena internacional del diseño por la perfecta combinación que generan prácticamente con cualquier estilo de ambiente. Leé hasta el final para conocer la historia de cuatro fascinantes asientos que revolucionaron el interiorismo…

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Asiento: Aluminum Gerencial

1) Asiento Gerencial Aluminum

Todo comenzó durante uno de los proyectos del reconocido arquitecto finlandés del siglo XX: Eero Saarinen; también conocido por obras monumentales como la terminal de la aerolínea TWA en el Aeropuerto Internacional “John F. Kennedy” de Nueva York, el Arco de San Luis, entre otros proyectos notables.

En 1958, Eero se encontraba a cargo de la construccion de una mansión para un famoso industrial de Indiana (EEUU) y contactó a la pareja de diseñadores Ray y Charles Eames para que diseñaran un asiento para exteriores. El matrimonio aceptó el desafío y logró estirar una malla sintética y aferrarla a una estructura de acero cromado.

Lo que surgió como una silla para exteriores, se convirtió en una de las sillas de oficina más utilizadas de la historia; contando también con numerosas apariciones en un sin fin de películas y series del mundo occidental.

BERTOIA DIAMOND

Asiento: Butaca Bertoia Diamond

2) Butaca Bertoia Diamond

Pocas piezas poseen una historia tan fascinante como la “Bertoria Diamond” con sus momentos de desencanto, reencuentros inesperados y consagración en los libros de historia del diseño.

Todo surge con el arquitecto nacido en San Lorenzo, Italia, Harry Bertoia; quien trabajaba para el matrimonio Eames previamente mencionado, pero no se sentía reconocido por su colaboración en los diseños de la empresa. Cansado de no ver sus necesidades satisfechas, dejó el puesto en 1946 y comenzó a trabajar en el Laboratorio de electrónica naval de California, donde realizaría notables avances en el estudio de la ergonomía que desembocarían mas tarde en la creación de la silla en cuestión.

Su suerte comenzó a cambiar para mejor cuando tiempo mas tarde se reencuentra con su compañera de estudios de Cranbrook: Florence Schust Knoll, quien lo invita a trabajar con ella y su marido en la empresa que poseían de artículos de diseño. Primero hesitante, pero covencido por su esposa, Harry Bertoia decide mudarse a Pennsylvania bajo un contrato que le permitía registrar la autoría de todos los productos que diseñara, asegurando el prestigio que tanto anhelaba.

El resto es historia, Harry diseñó el asiento Bertoia con intención de dirigirlo a hospitales, pero más tarde se convertiría en uno de los artículos de diseño más solicitados por empresas de todo tipo.

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Asiento: Sillón Barcelona

3) Sillón Barcelona

Corría el año 1929 y Barcelona era la anfitriona de la famosa Expo Internacional. La república de Weimar (actual Alemania) había seleccionado al arquitecto Mies Van der Rohe (nacido prusiano) para que se encargue de la construcción de pabellón alemán. Mies, uno de los padres de la arquitectura moderna, diseñó no solo el edificio, sino también el mobiliario que lo decoraba. Dentro de esos artículos, se encontraba un sillón que debía ser utilizado por el mismo rey de España.

Pero, en palabras del mismo Van der Rohe, no podía ser cualquier asiento, tenía que ser uno: “importante, sumamente elegante y monumental”. Tomando como inspiración el diseño de una silla plegable del antiguo Egipto y tapicería neoclásica del siglo XIX, surge finalmente el revolucionario “Sillón Barcelona”. Originalmente solo se hicieron dos unidades, pero dado el éxito y demanda del mismo, se decidió pasarlo a fabricación masiva.

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Asiento: Poltrona Eames

4) Poltrona Eames

Considerado como una de las joyas del diseño moderno, fue concebido en 1956, también por el matrimonio Eames previamente mencionado.

Si bien el reconocimiento actual es alto, antes de ser lanzada, Ray Eames le comentó en privado a su esposo que ésta poltrona “era cómoda, pero no tan estética”, bajando la expectativa por un nuevo éxito de ventas. Eso no pareció ser lo mismo que opinaba el público, ya que desde la primer aparición de este asiento en un reconocido show de televisión de la época, no ha parado de estar en la escena de obras de alto calibre. Realmente un símbolo de estatus.

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